La comarca de Aracena, se halla surcada por numerosos caminos vecinales, las únicas vías de antaño y por tanto de tránsito obligado para ir de un pueblo a otro, de una aldea a otra, para vender, intercambiar o comprar productos. Algunos de estos caminos eran vías naturales por las que pasaba el ganado de una vertiente a otra de la sierra, otros fueron construidos por los romanos para comunicar el norte con el sur y sacar las riquezas agrícolas y los preciados minerales - oro, cobre, plomo y plata -, y los demás fueron acondicionados por los árabes, en sus largos siglos de permanencia en estas tierras.
Con la llegada de las carreteras, estos caminos serranos quedaron en desuso; cordeles y cañadas, calzadas empedradas y sendas de herradura, fueron con el tiempo cerrados al paso público con alambradas, privados de sus piedras, invadidos por la vegetación y casi desaparecieron de la memoria de los lugareños. Afortunadamente, estos caminos se están recuperando poco a poco para brindarnos la mejor forma de descubrir un territorio: andándolo. Y eso es lo que empezamos a hacer por un viejo camino en el corazón de la sierra, que une Galaroza, Fuenteheridos, Castaño del Robledo y Jabugo, cuatro pueblos moriscos de singular belleza.
Nuestra ruta se inicia a 1 km del pueblo de Galaroza, a través de un sendero bien señalizado que cruza huertas y varios arroyos, flanqueado por una exuberante vegetación que bien podría parecerse a un camino asturiano o cántabro. Dejando a un lado el bello pueblo de Fuenteheridos, nuestro camino nos conducirá por bosques de eucaliptos, pinos, encinas y castaños, hasta el pie del Cerro Castaño, el más alto de la Sierra de Aracena, rodeado en sus dos cimas por un espeso y mágico mini bosque de roble melojo de impenetrable hechura. La presencia de extensos castañares, que uno imagina más propios de paisajes norteños, y alcornoques centenarios, nos acompañará hasta el caserío de Castaño del Robledo. El pueblo se halla a trasmano de las carreteras importantes de la sierra y por eso no hay apenas movimiento, mucho menos, aglomeraciones de turistas. Sólo los doscientos vecinos deambulan por las calles, camino de sus huertas y en busca de sus cerdos. Declarado Conjunto Histórico Artístico, cualquier rincón es bonito, aunque nosotros escogeremos uno en plaza de la Iglesia Vieja llamado "La Bodeguita", para el que le apetezca, pueda disfrutar de una cerveza bien gresquita y saborear los ricos manjares ibéricos de la zona. El nombre de esta bella población evoca el antiguo bosque de robles sustituido a partir del siglo VI, tras la llegada de gallegos y leoneses, por el castaño de madera igualmente resistente, `pero con unos frutos, las castañas, que proporcionaban alimento para el ganado y más importante aún, para el ser humano en épocas de hambruna.
Tras el descanso continuaremos hasta el camino de los Calares más conocido como La Ribera de Jabugo que constituye uno de los mejores ejemplos de riqueza tanto florística como paisajística de la zona. Pasearemos durante un buen rato, por la refrescante sombra de la arboleda que bordea el río Múrtigas. Esta vegetación, ligada al agua y que alcanza su plenitud cuando el resto del mundo vegetal decae por el estío, es conocida con el nombre de bosque de ribera o bosque en galería. A ambos lados corren en paralelo, tocándose sus copas una serie de árboles que forman el dosel que sombrea el lecho.. Las especies arbóreas que integran son sauces y mimbreras, alisos, chopos y álamos.
Conforme vayamos bajando, veremos al fondo el pueblo de Galaroza y la vegetación comenzará a experimentar un cierto cambio: algunos pinos y olivos aparecen ahora ante nuestros ojos, pero también numerosas huertas y árboles frutales debido a la gran cantidad de agua que posee esta villa.
Galaroza, punto y final de nuestra ruta, se sitúa en un estrecho valle que rodea al cerro de Santa Brígida, atalaya coronada por una ermita desde donde se divisan buenas vistas del entorno. Desde las entrañas de este cerro mana las aguas que brotan en la Fuente de los Doce Caño, una más de las numerosas fuentes que salpican esta bella localidad, que serán de agradecer para los acalorados caminantes.
Mª Angeles Carrasco Gallego
Época recomendada: Todo el año, salvo el verano.
Fecha: Junio de 2004
Localización: Términos Municipales Galaroza, Fuenteheridos, Castaño del Robledo y Jabugo
Distancia aproximada: 16 Kms.
Interés del Itinerario: Entre otros, destaca la gran riqueza florística y paisajística, destacando los bosques de ribera o en galería, los castaños, etc.